La IA puede darte respuestas que suenen seguras. Pero la seguridad no es sinónimo de exactitud.
La IA es tan buena como los datos con los que se alimenta.
- ¿Datos limpios y actualizados? Resultados útiles.
- ¿Datos obsoletos o sesgados? Resultados arriesgados.
Y aquí está el truco: la IA no te avisará cuando la base sea débil. Te dará una respuesta perfecta, incluso si es errónea.
Por eso es necesario realizar una verificación de seguridad de tres pasos antes de confiar en cualquier información generada por IA:
1️⃣ Siempre pide a la IA que muestre sus fuentes.
2️⃣ Verificar un documento original o presentación ante el regulador.
3️⃣ Confirme al menos un número de clave directamente.
Porque una respuesta incorrecta y pulida puede costarte dinero.
¿Confía en la IA para guiar sus decisiones de inversión?

